martes, 7 de junio de 2011

PENSAMIENTO POSITIVO

El deseo es una manifestación del alma que nos lleva a sentir o pensar de forma similar y, finalmente, a actuar. Otras veces es a la inversa y un pensamiento lleva a sentir o desar algo semejante, pero el triangulo de la acción (pensamiento-deseo-sentimiento=acción) siempre está presente. Por ello, insisto en vigilar tus pensamientos.
Para triunfar en cualquier faceta de la vida hay que mantener el deseo intenso de alcanzar la meta propuesta. Éste genera una fuerza interior que nos induce a la conquista o realización de aquello que deseamos. Cuando el deseo es intenso aumenta la energía mental, potenciándose la intensidad del pensamiento. Se produce así un efecto mayor que influye a su vez en el alma y pone en acción sus muchas facultades.
El deseo y la voluntad van unidos. Uno mueve la fuerza dinámica y realizadora del otro, llevándonos a las grandes realizaciones.
Cuando se mantiene con constancia un deseo éste se convierte en una obsesión, como derivado de la continua acción del pensamiento sobre el objeto o motivo del deseo. Si es positivo, culminará por llevarnos al logro de la realización deseada. Pero si es negativo o bajo, nos convertimos en esclavos de ese deseo incontrolado.


Por ello, se debe someter todo deseo al análisis de la razón antes de darle cabida, reflexionando sobre su naturaleza. Si un deseo nos perjudica a nosotros o a otras personas, se debe eliminar de raiz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario