viernes, 24 de junio de 2011

LA VICTIMITIS

LA VICTIMITIS

 La victimitis es una enfermedad mental muy extendida actualmente
en nuestra sociedad. La encontramos bajo forma aguda e igualmente
bajo forma crónica poco más o menos por todas partes. Esta
enfermedad es tan corriente que la mayor parte de la gente no se da
cuenta de que está afectada, puesto que todo el mundo es como uno,
(Annie Marquier, de su libro “El poder de elegir”)
salvo algunos extraterrestres... Es una enfermedad del espíritu debida
a un anquilosamiento de ciertos sistemas mentales, acarreando consecuencias
muy desagradables, con frecuencia incluso trágicas, pudiendo
alcanzar hasta la muerte de la persona infectada e incluso la de
sus parientes. La victimitis es contagiosa y para ser curada necesita
ser tratada ininterrumpidamente y con cuidado durante cierto tiempo,
a menudo bastante largo. Nadie puede curar una victimitis desde el
exterior; la cura realmente sólo puede ser realizada por la misma
persona infectada, cuando ésta se ha dado cuenta de su estado, y de
lo que éste le cuesta, y además sea ella quien decida desembarazarse
de la enfermedad. Una vez tomada la decisión, existen medios muy
eficaces para cambiar este estado de ánimo lamentable, medios cuya
eficacia ha sido probada en millares de casos”.

Los síntomas más corrientes de las víctimas son:
􀂃 Me encuentro estresado/a, ansioso/a, inseguro/a
􀂃 No me encuentro muy en forma
􀂃 ¡Brrr... el vaso está medio vacío!
􀂃 ¡Pobre de mí!
􀂃 Es culpa de los demás
􀂃 No se puede confiar en nadie
􀂃 Tengo razón, los otros no la tienen
􀂃 Yo invento la realidad (consiguen por todos los medios demostrar
que la “realidad” se ajusta a su forma distorsionada de ver el mundo)
􀂃 La gente es mala
􀂃 Si me quieres, deberías...
􀂃 Yo me sacrifico, la gente es muy ingrata
􀂃 ¿Por qué yo?
􀂃 Pobrecito de mí....
􀂃 ¡Socorro!
􀂃 ¡Venganza!
􀂃 No te rías, la vida no tiene ninguna gracia
􀂃 Triunfar verdaderamente no es nada fácil
􀂃 ¿Sufro bastante? Necesito algunos verdugos suplementarios para
estar seguro de que mi sufrimiento es muy auténtico
A su vez, el ser víctima, tiene cierto sabor dulce. Las víctimas
sienten las siguientes ventajas:
􀂃 Podemos quejarnos
􀂃 Llamamos la atención y provocamos la simpatía de la gente bondadosa.
􀂃 Poseemos una excelente justificación para nuestros fracasos
􀂃 Podemos censurar a otros y encontrar así una vía de escape inconsciente
a la insatisfacción de la vida y a todo nuestro paquete de
emociones negativas
􀂃 Podemos declararnos en guerra y vengarnos sintiendo que tenemos
derecho a ello.
 Podemos juzgar a los otros como incorrectos y de esta manera
hacernos la ilusión de que somos correctos
 Podemos sentirnos superiores

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